
Deja que el Maestro te consuele a través de su Santo Espíritu , deja que el Médico de Médicos sane las heridas que hay en tu alma, deja que Jesús el Rey de Reyes ponga su Mano de Poder y sane esa llaga que durante tanto tiempo te ha hecho llorar. Si hasta este día vivías llorando por cosas que te tocaron vivir, oremos a Dios. Padre Nuestro que estás en los cielos en este momento me rindo a ti y me humillo, Dios yo me aferro a tu palabra y no lloro más por aquello que perdí, no lloro más por esa herida porque creo que tú me sanas en este momento en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario